lunes, 1 de agosto de 2011
CRÓNICA DE ONDA LEBRIJA
Este pasado fin de semana Lebrija ha sonado a flamenco del puro, del jondo, del que esta tierra sabe hacer. Viernes y sábado la plaza del hospitalillo acogió la 46 edición de la Caracolá Lebrijana que ha contado en sus tablas con grandes artistas de este arte.
El viernes la lebrijana Eva Ruiz fue la primera en subirse al escenario viviendo por primera vez su experiencia en la Caracolá. Su actuación gustó mucho y aunque fue la que más sufrió los continuos cortes de luz y sonido provocados por el sabotaje, la cantaora supo mantenerse en el escenario y su voz daba más que de sobra para afrontar sola el cante. Al Compás de Cuatro Tierras fue el segundo plato del viernes reuniendo en el escenario a cuatro tierras flamencas y hermanas, Jerez, Utrera, Morón y Lebrija. Luis “El Chimenea” fue el encargado de inaugurar el espectáculo que contó con la actuación de La Macanita, Tomás de Perrate, Joaquín el Zambo o Jesús de la Frasquita, entre otros.
El sábado con los ánimos más calmados y con los problemas eléctricos solucionados, tras la detención del autor del sabotaje, el espectáculo se desarrollo con normalidad. Raíces y Alas fue el título elegido por la Escuela Municipal de Música y Danza para un espectáculo que sorprendió y que dio color y personalidad a la Caracolá del Sábado. Después de un descanso, José de La Tomasa, amigo y compañero de tablaos de Curro Malena comenzó su espectáculo cantando por soleá y derrochando empuje y cante jondo. Terminó por bulerías dando paso a otro amigo y compañero Chiquetete que recuperó su cante puro de inicios de su carrera para dedicárselo a su amigo curro que desde primera fila se mostró muy agradecido.
La 46 edición de la Caracola Lebrija puso su brote final la madrugada del domingo con el espectáculo homenaje a Curro Malena Malenísimo. Antonio de la Malena, Mateo Soleá, Luís Malena, Antonio Carrasco, Malena Chico, Antoñito Malena fueron los que dedicaron su cante. Todo ello acompañando al baile de la artista invitada María del Mar moreno, que puso el movimiento al cante.
REFLEXIONES FINALES
En cuanto a los dos presentadores de programas flamencos en las radios locales, Manuel Zarzuela de Punto Radio Lebrija, destaca entre lo más positivo de la semana los días de las conferencias y, artísticamente, las Siguiriyas de José de la Tomasa y las Bulerías de Fernanda Carrasco. No termina de convencerle los espectáculos de muchos artistas en el escenario, considera suficiente con 5 ó 6. También fue muy especial para él ver a CURRO tan feliz y tan querido por su gente.
Por su parte, José Luis Galán, de Onda Lebrija, que por motivos de salud no pudo asistir a las actuaciones de la plaza del Hospitalillo aunque las escuchó por la radio, destaca las exposiciones y las actividades paralelas en general; en el terreno artístico, y ya sabemos de su exigencia con los artistas, puntúa con un aprobado raspado. Igualmente, se alegró por los momentos de felicidad que se le han hecho vivir a CURRO y su familia.
Otro gran aficionado y de cabal opinión es Curro Sánchez “Ciclo Radio”, fundador y único asistente a todas las ediciones de la Caracolá. Nos titula la presente edición como “La Caracolá de las guitarras”. Para él todas estuvieron bien pero especialmente, Pepe Torre, Antonio Carrión y Paco Cepero. Disfrutó con lo programado para el jueves, tanto con el conferenciante, José Manuel López, como con el cantaor, José Luis Perdiguero. También me vuelve a significar la novedad este año del cante de dos lebrijanas no gitanas: Eva Ruiz y el cantecito por Bulerías en el espectáculo “Raíces y Alas” de Elena del Toro.
Para finalizar la ronda de opiniones, la familia de CURRO MALENA a través de su hijo Antonio: “Mi familia, y especialmente mis padres, está muy contentos y agradecidos con Lebrija, especialmente con Lola, Delegada de Cultura, por su esfuerzo y dedicación para que mi padre tuviera el reconocimiento que se merece. Mi padre, por su estado y sensibilidad, se ha roto en lágrimas; como mi madre, hermanos y yo mismo que en muchos momentos no pude contenerlas. Mi padre siempre ha tenido a Lebrija en su corazón y ahora ha sido correspondido por su pueblo. El sábado vivimos una noche memorable, que se prolongó hasta el día en la azotea de la peña flamenca, por el cariño que mostraron todos los artistas con él. Como portavoz en este caso de mi familia, GRACIAS a todos, organizadores y aficionados, por haberle dedicado este maravilloso homenaje a CURRO MALENA y a Francisco Carrasco Carrasco”.
Por mi parte, Alfonso García, autor de este diario que ahora se cierra, agradecer la buena disposición de los que he recabado colaboración para mi empeño y pedir disculpas si alguien se ha sentido herido por mis opiniones, siempre hechas con ánimo constructivo (suerte que vivimos en una sociedad donde la libertad de expresión forma parte de sus más excelsos valores y, en este marco, nos debemos todos respeto mutuo).
La XLVI Caracolá ya está en la historia, ilusionémonos con la XLVII.
Salud y libertad.
SÁBADO - Semana de Caracolá
Aclarado el asunto, vayamos con la velada flamenca que es lo que de verdad interesa. Fue la noche para que paisanos, aficionados y compañeros homenajearan a CURRO MALENA. El público, que no completó el aforo, anduvo inquieto, quizás por lo ocurrido el viernes. Cosa que tal vez también influyera en que esta 46 edición no pase a la historia por su calidad artística (y no me refiero a la categoría de los componentes del elenco). Todos los que subieron al escenario pusieron su mejor voluntad y cariño para con el maestro CURRO. Era su noche y la vivió entre la emoción y el agradecimiento. Benito Velázquez, José de la Tomasa, Chiquetete y todos los integrantes de “Malenísimo” le dedicaron las distintas actuaciones y se entregaron en su honor. Cuando se va por la vida de buena gente, además de la satisfacción personal, siempre llega el justo reconocimiento de los demás.
El acto protocolario fue comedido en el tiempo y emotivo (quizás sobraran las explicaciones redundantes sobre el sabotaje. El público ya había sido informado por la presentadora, María Ruiz. Las atenciones y el protagonismo pertenecían exclusivamente a CURRO). Todos los artistas en el escenario, también el presidente de la Confederación de Peñas Flamencas, José Mª Segovia, que le entregó un pergamino; la delegada de Cultura, Lola Gómez, y, por supuesto, la Alcaldesa, de elegante traje negro, que proclamó la excelente trayectoria artística del cantaor lebrijano, la valiosa obra que deja para la historia del flamenco, y, el cariño y respeto que siempre le tributará la ciudad de Lebrija. Su pueblo.
Y fue el agasajado quien cerró el acto correspondiendo a los presentes con un “gracias” entre lágrimas y, una vez más, sacando su bravo corazón de león, clamó al mundo: LEBRIJA, LEBRIJA, LEBRIJA.
Mis honores para con Don Francisco Carrasco Carrasco, paisano predilecto, gitano y flamenco.
VIERNES - Semana de Caracolá

Lástima de la cantaora lebrijana Eva Ruiz. Según me había comentado un fundador de la Caracolá y asistente a todas las ediciones, era la primera vez que una artista no gitana de Lebrija subía al escenario de tal evento, y que mala suerte la suya: el sonido iba y venía, los acoples eran constantes, y, hasta las luces del escenario se apagaron durante su actuación. Imposible cantar bien ante tal desbarajuste. Con la mejor intención y desde su bisoñez, quiso remediarlo alargando su intervención y casi fue peor el remedio que la enfermedad. Dos soluciones (a mi entender): o te retiras del micrófono, te vas al proscenio y rematas la actuación con dos cantes de fuerza (que la tienes), o pides disculpas al público y, por propio respeto al arte, a los que han pagado una entrada y a tu dignificación artística, te despides hasta mejor ocasión.
Lo poco que le pude escuchar me pareció interesante y me alegra que Lebrija cuente con una cantaora que pueda ofrecer variedad de palos poco habituales por esta tierra. Por ahí veo su prometedor futuro. Sería un detalle, por parte de los responsables, incluirla en el elenco de la próxima edición.
Comienza el espectáculo “Al compás de cuatro Tierras”. Siguen los problemas de sonido pero, a estas alturas, público y artistas asumimos la situación y “a lo hecho, pecho”.
El espectáculo tiene mimbres pero no están del todo bien ensamblaos. Esta idea tiene precedente en la obra “Al tres por cuatro”, presentada en la Bienal Flamenca del 92 por el músico Pedro Bacán. Un espectáculo es algo más que una acumulación de artistas (sin entrar en las mayores o menores cualidades de éstos). Tiene que haber una línea argumental y una propuesta con una duración calculada.
Me levantó de la silla el romance de Jesús de la Frasquita para el baile de Pepe Torre y el cante-homenaje que Tomás dedicó a su tía La Perrata. Sublime gitanería.
Espero y deseo que el sábado culmine la XLVI Caracolá como merece este evento y también los que se han esforzado en la gestión del mismo.
JUEVES - Semana de Caracolá
El joven orador tiene aptitudes para el análisis, sabe de qué habla y muestra honradez en sus argumentos. Lo conocía y ayer me lo corroboró. Juventud preparada y sana es necesaria para el maravilloso futuro que se le augura al flamenco. Me recuerda a Gonzalo Peña. Facultados en música para analizar un arte que es, fundamentalmente, música. Las vivencias también son necesarias pero no suficientes.
Su exposición fue clara, sencilla y directa. Argumentó la obra de CURRO MALENA a través sus guitarristas con solvencia y verdades irrefutables que pueden doler pero no molestar. Sin querer ser presuntuoso, siempre tuve claro que el músico acompañante más idóneo para maestro fue Pedro Bacán; y así me lo confirmó José Manuel en el remate de su conferencia.
La charla da paso a la música. Dos Luises con sabor al flamenco de la tierra. El de Lebrija (Luis Carrasco, sobrino del homenajeado) me reconforta con la tradición guitarrística de Lebrija. Pedro Peña y Pedro Bacán son dos grades referentes, profundiza en sus conceptos musicales (si se me permite el consejo).
El cantaor (Luis Perdiguero) fue una grata sorpresa para todos. Soleá, Seguiriyas y Bulerías. Las mejores cartas credenciales para presentar en Lebrija. Superada la prueba con creces. Alguien me comentaba que le habían dicho que no era gitano y lo dudaba después haberlo escuchado; y otro, que siendo de Antequera cómo podía tener los aires cantaores de la campiña jerezana. La respuesta me la dio él mismo cuando lo abordé después de la actuación: vivo en Antequera, mi madre no es gitana pero mi padre sí, de Jerez, nieto de Tío Paulera y emparentado con la Piriñaca, y, ahí están mis señas de identidad como cantaor. Duda resuelta.
A partir de ahora, dos veladas de música sin palabras. Suerte a todos.
MIÉRCOLES - Semana de Caracolá
De nuevo a la Casa de la Cultura para escuchar conferencia y cante. Cometí el error de sentarme en la primera fila (nunca lo hago porque me gusta deambular a mi aire para ver y escuchar más cómodamente) y lo primero que oigo de alguien a mi lado es que esto del flamenco no le gusta pero que ha venido por acompañar a su amigo Ricardo. Bajada de moral.
Presentación del primer conferenciante, Ricardo Rodríguez Cosano que nos hablará de “Curro Malena en los cantes de Lebrija”: Cantiñas de Pinini, Soleares de Juaniquín, Bulerías de Antonia Pozo y cantes de El Choza. Declamación de las letras identificativas de los citados cantaores y una de cosecha propia dedicada a la Pozo. También lo de los “veinte reales del duro”. Nada nuevo bajo el sol.
Retoma la palabra el flamencólogo de Écija y mantiene el tipo y el tiempo para dar fundamento a la cosa.
Vamos con el cante. Carmen Vargas (me gusta más, por fuerza y originalidad, Carmen de Quintín) acompañada a la guitarra por su hermano Curro y por tres palmeros con presencia poca adecuada para la ocasión (no sé si la decisión de invitarlos se tomó sobre la marcha o formaba parte del cuadro. Si fue lo primero, hay disculpa).
Ilusionante y bella estampa de los hijos de Concha y Rafael por los no sólo corre sangre lebrijana, sino que brota la música identificativa del flamenco de esta tierra. Tangos y Bulerías arromanzadas. Gitanería. Son muy jóvenes y la fuerza les sale por los poros. Tiempo habrá para parar, templar y mandar. Tienen lo más importante: casta y afición.
Aventuré que la matriarca pondría la guinda al pastel. No fue así, sus razones habría.
Martes - Semana de Caracolá
Comienzan los discursos. Alcaldesa: institucional y cariñosa (como corresponde al cargo y la paisanía). Delegada de Cultura: satisfecha y gustada de una tarea que le encomendaron y ahora reluce. Portavoces ocasionales de los grupos políticos: repaso a la cuna del homenajeado y todos los parabienes y reconocimientos de su arte (curiosa y simpática la elegida de poner voz al PP. Según me apuntaron es de nacionalidad polaca y nadie sabía deletrear su nombre; alguien me dijo Agnieska Halet). Turno para el flamencólogo: Manolo Martín en su papel de Manolo Martín; eso sí, comedido en el tiempo y, a estas alturas, es de agradecer. Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco: Breve y algo nerviosa. No conozco su agenda pero era el lugar y momento en que tenía que estar y estuvo. Para finalizar, y en nombre del homenajeado y su familia, palabras de agradecimiento de uno de sus hijos, Pauli: conmovidas, concisas y agradecidas.
Se levanta CURRO y con la palabra “gracias” saliendo continuamente de su boca, se encamina al centro de la sala para recibir los galardones. Se escucha desde el público un ¡Ole! que la Alcaldesa reafirma con tres Oles a tiempo: ¡Ole!, ¡Ole! y ¡Ole!, mientras le impone la medalla. Pues eso, muchos Oles más que reconocidos para el maestro CURRO MALENA.